El señor del cementerio (1907)
El señor del cementerio es uno de los panteones que más visitas recibe en el cementerio y no precisamente por su fastuosidad. Parece ser que al fallecer el célebre médico y filántropo Manuel Rodríguez Torres, se produjo una espontánea afluencia de personas a su tumba para manifestarle gratitud por la entrega y dedicación que el difunto había prestado en vida a los más necesitados.
Con el paso del tiempo las oraciones que los fieles dedicaban por el alma del difunto terminaron dirigiéndose a la escultura neoclásica del “Cristo despojado de sus vestiduras” que preside el panteón. Poco a poco se fue conformando la creencia popular de que el Cristo hacía milagros, convirtiéndose en un lugar de constante peregrinación.
Hoy la imagen está restaurada y protegida, para evitar el deterioro producido por el “pasamanos” de los devotos.